martes, 6 de octubre de 2015

Acuerdo Ártico-ONU

Arctic (orthographic projection).svgEl Consejo Ártico es un foro gubernamental que discute asuntos a los que se enfrentan los gobiernos de los países árticos y los representantes de pueblos indígenas del Ártico. El primer paso hacia la formación del Consejo tuvo lugar en 1991 cuando ocho países árticos firmaron la Estrategia para la protección del medio ambiente ártico. La Declaración de Ottawa de 1996 estableció formalmente el Consejo Ártico como un foro gubernamental para proveer un medio para fomentar la cooperación, coordinación e interacción entre los Estados Árticos, con la participación de las comunidades indígenas del Ártico y otros habitantes del Ártico. El Consejo se ocupa de los asuntos comunes del Ártico, en particular temas relativos al desarrollo sostenible y la protección del medioambiente del Ártico. La Declaración de Ottawa nombró siete miembros del Consejo Ártico: Canadá, Noruega, Dinamarca, Islandia, los Estados Unidos, Suecia y Finlandia.

Con o sin tratado, las disputas territoriales plantean cuestiones sobre la capacidad de cada país para defender sus intereses. También a este respecto Estados Unidos ha demostrado menos prisa, mientras que Canadá ha actuado de manera más activa para conseguir soberanía sobre un espacio en rápido cambio, que durante mucho tiempo había olvidado. Hace tres años, Canadá empezó a patrullar las zonas más remotas del Ártico con 1500 soldados. El ejército de ese país lanzará el Radarsat 2, un sistema por satélite que permitirá vigilar el Ártico.

El objetivo canadiense no solo es reforzar su control territorial, sino también establecer una posición firme en futuras conversaciones sobre el Paso del Noroeste, el atajo que durante tanto tiempo se buscó entre Europa y Asia. El Pentágono ha centrado su atención en otra parte. La marina estadounidense gastó 25 millones de dólares anuales en investigación polar en la década de 1990, y en 2001 publicó un informe en el que advierte de que las armas y los barcos no se diseñaron con las condiciones árticas en mente, y que los gráficos, los sistemas de navegación y las redes logísticas son inadecuadas para el norte.

En ese contexto y en previsión del dominio del paso polar al abrirse éste para la navegación debido al calentamiento global, Canadá y Dinamarca mantienen una discrepancia sobre cual de los dos estados ha de ejercer la soberanía sobre la isla Hans, una pequeña isla deshabitada, situada en el centro del canal de Kennedy en el estrecho de Nares —el estrecho que separa isla de Ellesmere, Canadá, del norte de Groenlandia, y que conecta la bahía de Baffin con el mar de Lincoln.

Pero en los cambios presupuestarios posteriores a los atentados del 11 de septiembre, la marina redujo fuertemente el gasto en investigación polar. Además, los tres grandes rompehielos estadounidenses se están deteriorando. En agosto de 2007, una expedición dirigida por Artur Chilingarov colocó una bandera Rusa en el fondo marino al finalizar la expedición para demostrar que el Ártico es una extensión de la Cordillera Lomonósov y Mendeléev, y con esto reclamar 1.2 millones de kilómetros cuadrados, la información obtenida será analizada para someter el reclamo ante la ONU. La región en disputa puede contener non solo grandes cantidades de hidrocarburos sino también oro, diamantes y otros recursos naturales.1